La sostenibilidad en la PYME

La información sobre modelos de sostenibilidad, informes de sostenibilidad y memorias de sostenibilidad (sí, es todo lo mismo) sigue pidiendo permiso para aterrizar pero, en el centro de la Torre de Babel encargada de ordenar el tráfico aéreo, uno sólo encuentra huelgas indefinidas de traductores donde debería hallar empatía, explicación y expectación.

Después de comprender qué podríamos estar haciendo mal, en el artículo anterior, queremos profundizar en la utilidad de los criterios ESG en el entorno a la PYME.

Sabemos que en la PYME y microPYME se pueden movilizar recursos económicos y profesionales suficientes para iniciar un análisis de interpretación de su posición en términos de sostenibilidad y aplicación de criterios ESG.

Es pertinente la cuestión del tamaño, ¿ESG es sólo para Inditex?

NO. Rotundamente. Los criterios ESG y su aplicación han sufrido una evolución en ocasiones interesada. Digo esto porque no veo ninguna razón sostenible ni ética para limitar la aplicación de dichos criterios a cualquier tipo de empresa; sólo veo razones mercantiles, pero un país como el nuestro, donde PYME y microPYME suponen más del 90% del tejido empresarial, la razón anterior cae por su propio peso y haciendo, además, mucho ruido.

La sostenibilidad en la pyme

No, no es una cuestión de tamaño. Foto de fondo de Singh en Unsplash

Vietnam

En los años 60 se sucedieron multitud de protestas que solicitaban la retirada de EE. UU. de la guerra de Vietnam. Existían motivaciones éticas y sociales que sustentaban la mayoría de las peticiones, pero había una en particular que fue la que supuso (existe bastante consenso al respecto) la semilla del nacimiento de los criterios ESG: se trataba del control de inversiones en empresas militares —y asociadas— desde los fondos de las propias universidades norteamericanas.

A partir de ahí comienza, años 90, a esculpirse el concepto de “inversión ética” que tiene otro golpe de cincel, igualmente importante, en la creación del Dow Jones Sustainability Index —el primer índice global que introduce criterios de sostenibilidad en las inversiones—.

Como tercer tercer hito en la puesta en marcha (ONU) de los Principios Para la Inversión Responsable: las taxonomías “verdes” tienen mucho que ver con todo esto al final del recorrido. En su día, escribimos un HAZ con los detalles sobre dichas taxonomías.

¿GRI + ESG = Memoria de Sostenibilidad PYME?

¿Qué es GRI? El sistema de reporte GRI es un estándar internacional con más de 25 años de existencia que sienta las bases de aplicación de los tres pilares sostenibles que una empresa, sin importar el tamaño, debe conocer y gestionar:

  • Criterio económico
  • Criterio social
  • Criterio medioambiental

Dentro de los Fundamentos de la aplicación de la metodología GRI existen apartados donde se explica convenientemente que GRI es un método abierto que puede ser aplicado en su totalidad o en su parcialidad. No tienes por qué aplicar el 100% de la metodología pero, en cualquier caso y para hacerla «oficial», siempre tendrás que remitir a GRI el uso de su metodología ya se parcial o totalmente.

Además, al aplicar la metodología en su totalidad —como ejemplo— podrás informar en tus memorias medioambientales que así lo has hecho, y esto lo será porque habrás cumplido con los requisitos específicos de su aplicación.

En 17ODS.com trabajamos con ayuda de GRI porque es el más extendido de los estándares de análisis empresarial en criterios medioambientales y de carácter sostenible.

¿Puede pagar una PYME un análisis de sostenibilidad?

Un análisis de sostenibilidad puede tener, desde mi punto de vista, dos vertientes:

  • Criterios ESG obligatorios: existen mínimos que obligatoriamente deben cumplir las PYMES en función, o no, de su actividad. Son criterios legales que (casi) en su totalidad son emitidos desde la UE (en nuestro caso geopolítico, se entiende) y aplicados en cada país miembro por cada gobierno.
  • Criterios ESG no obligatorios: existen mínimos que voluntariamente pueden cumplir las PYMES en función de si quieren, o no, analizar el impacto de su actividad para sus grupos de interés —clientes, proveedores, empleados, terceros no directamente relacionados con su actividad…—.

Conociendo las dos vertientes anteriormente comentadas, ¿es barato?, ¿es asumible por una PYME? , ¿es caro? Si despejamos la variable sostenible y ética, te aseguro que una memoria de sostenibilidad es una herramienta que ahorra costes y aumenta beneficios a cualquier empresa de cualquier tamaño. Así de claro.

Los costes que uno puede ahorrarse pueden ser costes actuales: cambios en el modelo productivo o de suministro energético, y costes futuros: multas y penalizaciones, como ejemplos claros y básicos.

Los ingresos aumentan en el preciso momento en el que le explicas a tus clientes que tu producto o servicio no es igual que el de tu competencia; porque tu producto / servicio ha sido radiografiado y sabes con exactitud la forma en la que impacta entre los interesados que forman parte de todo el proceso productivo.

Las herramientas que se utilizan para poner en marcha este proceso ayudan a la PYME a diseñar y elaborar nuevos estándares —desde nuevos paradigmas— de creación y comercialización de productos y servicios. El proceso de fidelización de un empleado o cliente a la marca facilita enormemente la amplificación de su valía.

Es un proceso que en un determinado momento comienza a caminar solo.

Comenzar a democratizar la aplicación de valores sostenibles y criterios ESG dentro de las compañías se convertirá en un básico (si no lo está siendo ya).

Es más, existe tal nivel de querencia hacia estos temas que comienza a ser un verdadero dolor de cabeza la forma en la que unos y otros decidimos medir los impactos, partiendo incluso desde el control de las emisiones GEI. Comienzan a darse demasiados estándares y propuestas de medición desde la emisión hasta la consecución de un determinado objetivo localizado como de “riesgo” dentro de un análisis de materialidad.

No te vuelvas loco. Hazme caso. Vete paso a paso. Esta misma mañana he leído una estadística brutal al respecto de la velocidad que llevamos. Según cita Microsoft en su artículo «Usando nuestra voz para avanzar en la política de carbono y electricidad»:

«Durante la última década, un promedio de al menos 170 nuevas leyes relacionadas con el clima, han entrado en vigor en todo el mundo cada año».

Esa es mucha regulación. Muchísima diría yo. Conseguir que los estándares de aplicación y medición sean consensuados, desde cada gobierno de cada país implicado, es complicado.

No nos atragantemos con los datos y sus realidades. Comienza por analizar superficialmente el punto exacto en el que se encuentra tu compañía. Conocer tus emisiones de GEI es un gran paso. Implicarte en su conocimiento, origen y reducción, es otro paso. Lograr compensar el sobrante y empezar a divulgar tus acciones con quienes forman tu grupo de interés, es la siguiente.

No te atragantes, sólo haz cosas, haz poco pero, HAZ. ✊

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Este artículo fue publicado originalmente en el HAZ 14 · La sostenibilidad en la PYME —la newsletter de Principios Verdes. Si te ha gustado, apúntate aquí al HAZ para recibir contenido como este.