¿Cómo se está aplicando la Economía Circular en España?
La economía circular es un modelo de producción y consumo que busca reducir al mínimo el uso y el desperdicio de los recursos, así como aprovechar al máximo el valor de los productos y los materiales. Contribuye a la sostenibilidad, la competitividad y la creación de empleo, al tiempo que reduce el impacto ambiental y social de las actividades económicas.
Economía Circular en España
En España, la economía circular se ha convertido en una prioridad estratégica, alineada con los objetivos de la Unión Europea y la Agenda 2030. Para impulsar este cambio de paradigma, el Gobierno ha aprobado la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) España Circular 2030, que establece una visión, unos principios, unos ejes y unas líneas de actuación para avanzar hacia una economía más circular.
La EEEC se concreta en planes de acción bienales que definen las medidas y los instrumentos para implementar la estrategia. El primer plan de acción, para el periodo 2021-2023, contempla 116 medidas en ámbitos como la producción, el consumo, la gestión de residuos, la educación, la investigación, la innovación, la fiscalidad, la financiación y el empleo.
La EEEC también implica la colaboración y la coordinación con las comunidades autónomas y las entidades locales, que tienen competencias y responsabilidades en materia de economía circular. Algunas de ellas ya han desarrollado sus propias estrategias o planes de acción de economía circular, adaptados a sus realidades y necesidades territoriales.
Un ejemplo: Miniwiz
Miniwiz es un proyecto que, junto a científicos e ingenieros, «se dedican a inventar más de 1000 nuevos materiales y aplicaciones sostenibles en su Miniwiz Trash Lab. La máquina Trashpresso es la máxima expresión del supraciclaje sostenible. Es una planta móvil que se puede transportar en dos contenedores a los clientes. Una vez allí, convierte 50k de botellas de plástico por hora en un material de construcción de bajo costo, sin agua y usando solo energía solar.» —Más ejemplos en el artículo «Estas 11 empresas están liderando el camino de la economía circular» de World Economic Forum
Gasto total según el INE
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el gasto en actividades de protección ambiental en España ascendió a 20.110 millones de euros en 2019, lo que supone un 1,6% del PIB. De este gasto, el 55,5% correspondió al sector público y el 44,5% al sector privado.
Dentro del sector público, las comunidades autónomas que más invirtieron en protección ambiental fueron Cataluña (2.437 millones de euros), Andalucía (1.930 millones de euros) y Comunidad Valenciana (1.566 millones de euros). Estas tres comunidades representaron el 54,4% del gasto público ambiental en España.
Dentro del sector privado, las empresas que más invirtieron en protección ambiental fueron las de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (1.869 millones de euros), las de industria manufacturera (1.386 millones de euros) y las de actividades profesionales, científicas y técnicas (1.029 millones de euros). Estas tres actividades representaron el 66,1% del gasto privado ambiental en España.
No obstante, el gasto en protección ambiental no es el único indicador de la economía circular, ya que esta implica también aspectos como la eficiencia en el uso de los recursos, la prevención y la valorización de los residuos, el ecodiseño, la simbiosis industrial, la reparación, la reutilización, el reciclaje, la biocapacidad y la huella ecológica.
Herramientas de medición
Para medir el grado de circularidad de la economía española, se han desarrollado diferentes herramientas e índices, como el Monitor de Economía Circular de la Unión Europea, el Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI) o el Índice de Desarrollo Sostenible (IDS).
Según el Monitor de Economía Circular de la Unión Europea, España se sitúa en el puesto 17 de los 27 países miembros, con una puntuación de 54,9 sobre 100. Este índice se basa en diez indicadores que abarcan aspectos como la producción, el consumo, el desperdicio, la competitividad y la innovación.
Según el DESI, España se sitúa en el puesto 11 de los 27 países miembros, con una puntuación de 54,8 sobre 100. Este índice mide el grado de digitalización de la economía y la sociedad, lo que tiene una influencia directa en la economía circular, al facilitar la gestión de los datos, la trazabilidad, la transparencia, la participación, etc.
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Créditos
- Foto de Edward Howell en Unsplash.